¿Qué es el proceso de toma de decisiones?
La toma de decisiones es uno de los procesos más importantes en cualquier tipo de organización. ¿Por qué? Porque define qué sucederá en el futuro a partir de las decisiones que tomamos hoy mismo.
Por eso es tan importante tomar decisiones correctas. Para minimizar todo lo posible la incertidumbre debemos armarnos de la mayor cantidad de información valiosa a disposición.
El proceso de decisión se desencadena a partir de la necesidad de encontrarse en una situación futura deseada. El mismo consta por lo general de los siguientes pasos:
- Un proceso de alta dispersión, que es en el cual se “presiente” la situación actual y se manejan alternativas. A este proceso le llama “inteligencia”.
- Diseño: la definición de alternativas de cursos de acción. En esta etapa se recopila la mayor cantidad de información posible tanto interna como externa a la organización. En esta etapa también es conveniente realizar una matriz de tipo FODA (fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas).
- Evaluación de alternativas: en esta etapa se ponen sobre la mesa las distintas alternativas de acción posibles a las cuales se ha arribado. Se ven las ventajas y desventajas de cada una y los distintas distintas consecuencias a las cuales se podría llegar a arribar con ellas.
- Elección de una alternativa: cuanto más énfasis se haya hecho de las alternativas anteriores, tanto más fácil será elegir una alternativa entre las mismas.
- Ejecución: la ejecución de la acción propiamente dicha.
- Revisión: evaluar cómo resultó la acción tomada.
Existen ciertos límites en la toma de decisiones, trampas que nos ponemos a nosotros mismos. Es importante aprender a descubrirlas, estar atentos ya que podemos caer en sus redes y vernos absolutamente perjudicados. Estas son las trampas en el proceso de decisión que describimos a continuación.
Las 8 trampas más comunes en la toma de decisiones
Seguramente hayas caido en muchas de estas trampas en más de una ocasión. Aprender a identificarlas te puede ayudar a evitarlas. Son las siguientes
1. Trampa del ancla
Darle un peso desmesurado a la primera información obtenida.
Remedio
Analiza el problema desde otras perspectivas.
Piensa primero las ideas en solitario, antes de consultarlas. Esto te ayudará a no fijarte con la impresión que te de la otra persona.
Abre tu mente: busca información de distintas fuentes, tanto la que crees que se relaciona con lo que piensa como la que no
2. De la situación creada: mantener la situación actual a pesar de que no sea la mejor. 🙁 . Se evita el cambio a toda costa, porque te encuentras “cómodo” en la situación actual.
Remedio
Reflexiona: ¿tu comodidad laboral vale más que tu mejora?
Piensa también, si no estuvieras en la situación que te encuentras ahora, ¿elegirías este camino?
Si la respuesta a las preguntas anteriores es no, busca el cambio.
3. De los costos irrecuperables: perpetuar los errores del pasado. Frases como esta: “hemos gastado X cantidad de dinero en este software de gestión, debemos utilizarlo”, así el software no nos sirva, no se adapte a lo que necesitamos. Creer que porque tomamos una decisión en el pasado, que nos costó dinero, hace que a toda costa tengamos que usar esa solución. Lo único que conseguiremos con esta situación es seguir aumentando nuestros costos y quedando cada vez más lejos de su solución. En esta trampa, no estamos dispuestos a aceptar un error del pasado y corregirlo.
Remedio
Busca opiniones de personas que no estén involucradas con la elección errónea pasada.
No seas testarudo, deja de cavar!. Admitir un error del pasado te sirve para aprender y para no seguir en el error.
4. De la confirmación: buscamos de forma selectiva información que coincida con lo que queremos respaldar, descartando la que es contraria a ese esquema. Esto no quiere decir que la descartes, sino que realmente estés seguro que es la decisión más inteligente por tomar. Y para ello no tienes otra opción que contrastar con otras opciones de forma realmente crítica.
Remedio
- Busca información de la opción que te interesa y con la misma intensidad busca información que se contraponga a la información que realmente te interesa. De esta forma obtienes un panorama de opciones amplio.
- Busca distintos puntos de vista, evitando imponer tu decisión.
5. De la expresión: Expresar incorrectamente un problema. Esta trampa deriva en intentar resolver un problema que no es el correcto.
Remedio
- No aceptes inmediatamente el problema tal cual se te presenta. Busca si realmente ese es el problema a resolver. Para ello averigua todo lo que puedas del problema en sí.
- Pregunta sobre el problema en sí mismo y habla con las personas involucradas.
6. Del exceso de confianza: sobrestimar nuestras estimaciones sobre hechos futuros. Confiar en la intuición únicamente no es un buen consejo, ya que uno tiende a recordar sus éxitos pasados pero no tanto sus errores. Sobre estos éxitos (y no sobre los errores), tendemos a basar nuestras decisiones.
Remedio
- Buscar otros puntos de vista.
- Forzarse a uno mismo a no guiarse solo por la intuición.
7. De la prudencia: ser excesivamente cautos sobre hechos futuros. Es necesario saber que cada decisión conlleva riesgo, más allá de que tratemos de disminuirlo lo más que podamos.
Remedio
Buscar la información necesaria para tomar decisiones con el menor riesgo posible, para no caer en la inacción.
8. De la capacidad de recordar: darle un peso exagerado a los hechos pasados recientes. “El que se quema con leche ve una vaca y llora” se aplicaría perfecto. Creer que porque algo no salió como esperábamos y nos generó una situación desagradable, no quiere decir que no se pueda aplicar a una decisión futura.
Remedio
- Utilizar el pasado para analizar realmente qué fué lo que hizo que esa situación pasada no fuera agradable, para ver en qué se falló.
- Analizar objetivamente los hechos.
¿En qué trampas caes con facilidad? ¿Vas a ser capaz de reconocerlas cuando se presenten?
